Cada día son más las personas que se animan a empezar a jugar a pádel, ya que es un deporte que proporciona muchos beneficios y además está de moda. Sin embargo y, como en todos los deportes, no está exento de las lesiones, así que debemos tener cierto cuidado para no sufrir problemas físicos.
En el artículo de hoy, vamos a dar algunos consejos para prevenir las lesiones de pádel. Evidentemente las lesiones son impredecibles pero si incluimos algunos hábitos en nuestra rutina deportiva y diaria tendremos menos riesgos de lesión.
Hay jugadores que llegan a la pista y se empiezan a jugar directamente, sobretodo los principiantes. Es fundamental realizar un buen calentamiento antes de empezar a jugar a pádel, tanto si se trata de una sesión de suave de entrenamiento como si es un partido.
Con unos 10 o 15 minutos es suficiente. Podemos trotar un poco por la pista, realizar movilidad articular prestando especial atención a la zona de las rodillas, muñecas, hombros y cuello. Para acabar podemos realizar desplazamientos y pelotear un poco para acabar de activar nuestro cuerpo.
Cada disciplina deportiva tiene su material específico y el pádel no es para menos. Necesitamos ir bien equipados a nuestras competiciones, con unas zapatillas de pádel con suela clay que para no patinar y que nos aporten una buena sujeción y amortiguación.
También hay que vestir con ropa de pádel adecuada, pantalones y camisetas con tejido técnico para tener una buena ventilación así como libertad en los movimientos. También se pueden utilizar accesorios de pádel como muñequeras o gorras.
Ya sea por el sudor, frecuencia de uso o calidad del overgrip, al final se acaba desgastando. Jugar con un overgrip en mal estado puede provocar la aparición de ampollas o heridas en las manos, así como hacer que la pala se nos resbale.
Puedes utilizar diferentes tipos de overgrips, nosotros te aconsejamos que lo cambies en cuanto notes que empieza a perder adherencia ya que un mal agarre puede derivar en una lesión de muñeca o codo.
Con el desgaste físico que el pádel conlleva, es importante mantenerse hidratado antes, durante y después de jugar. Te aconsejamos que realices pequeños sorbos durante toda la sesión para no sentirte lleno y pesado.
Una buena hidratación nos ayuda a prevenir calambres durante el ejercicio. Además permite que los nutrientes y el oxígeno se repartan correctamente por el organismo, incluidos los músculos, así que nos sentiremos con más fuerza y energía.
Esto nos ayudará a prevenir lesiones en la parte inferior de la espalda. Si la superficie es excesivamente dura, todos los saltos e impactos afectarán repercutirán en la zona lumbar. Si no puedes jugar en otro tipo de pista, procura que tus zapatillas tengan una buena amortiguación en la zona del talón, eso ayudará a absorber el impacto.
Mientras estés entrenando o jugando, intenta realizar pausas cada 15 o 20 minutos. Puedes aprovechar para beber agua, estirar un poco y soltar los músculos. Hacer estas pequeñas pausas durante el juego te ayudará a prevenir lesiones como, por ejemplo, sobrecargas o contracturas.
Aunque te encuentres bien físicamente, es recomendable acudir a un fisioterapeuta profesional cada 15 días. Podemos realizar sesiones preventivas y de descarga, ambas nos ayudarán a tratar posibles molestias y prevenir futuras lesiones.
A veces entrenamos tanto que no nos damos cuenta que nuestro cuerpo también necesita un descanso. Si estamos agotados tras cada entrenamiento, no podremos rendir como es debido en el siguiente, acumulamos cansancio y lo haremos peor y eso también aumenta el riesgo de lesión.
Si caemos en el sobre entrenamiento, podemos padecer sobrecargas musculares o incluso una fascitis plantar, una de las lesiones más temidas del pádel. En definitiva, nuestro cuerpo necesita descansar para recuperarse después del esfuerzo.
En el pádel se realizan muchos desplazamientos, así que hay que utilizar un calzado adecuado. Es importante que a la hora de jugar las zapatillas sean de suela tipo clay, de la talla correcta y se que sujeten bien el tobillo para evitar torceduras que puedan derivar en esguince.
También es importante, intentar apoyar siempre con la parte delantera del pie. Si tenemos tendencia a apoyar siempre con el talón, vamos a sobrecargar esa zona y podemos sufrir una lesión en el tendón de aquiles.
Igual que antes de empezar debemos calentar, después de finalizar un entrenamiento o partido debemos dedicar unos minutos a estirar los músculos y que nuestro cuerpo vuelva a la calma. Simplemente con dedicar 15 minutos es suficiente, realizando un estiramiento general de la musculatura del cuerpo.
La falta de estiramientos tiene como consecuencia la aparición de lesiones como las contracturas o roturas musculares. Además de incrementar el riesgo de lesiones musculares, no estirar también afecta negativamente a la flexibilidad.
Y hasta aquí nuestros consejos para reducir lesiones en el pádel. Como veis, son pautas muy sencillas que si las incluimos en nuestra rutina deportiva, nos ayudarán a reducir el riesgo de lesión. Desde aquí te animamos a que sigas nuestros consejos de prevención para seguir disfrutando de un buen estado físico.
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